martes, 22 de junio de 2010

Sin sombrero no hay vaquero.





Si lo hacíamos a propósito no nos salía tan bien. Emilia hizo el pedido hace muchos meses y de puro tarro fue a coincidir con el estreno de la tercera parte de la película. Aquí la súper producción de Toy Story para la fiesta de tres años de su hijito Máximo.
Hubo galles de botas texanas, sombreros de cowboy (Cuca: "Mamá ¿porqué se llaman vaqueros si andan a caballo?". Genial), estrellas de sheriff; rogel de vaca, torta de cumple en forma de palneta de Zurg y cupcakes con pirincho en composé con el del cosito de la foto.
Y ya que estamos, gracias a dios y a la virgen por el estreno de la tercera parte. Pensar que hemos tenido que sobrellevar inviernos de gripe porcina, de mundiales desesperanzados y de estrenos de Tinker Bell. Este año estamos con todas las pilas, cargadísimos, y para acompañar se vino este peliculón, y ya llegan también nuevos episodios de Shrek y Narnia. Cuento los días, señora, supongo que usted lo mismo.

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