lunes, 10 de mayo de 2010

Tiembla Tim Burton

Una mañana helada de 2002 -el sol entrando de todas formas por las ventanas de nuestra casa de Moldes- salté de la cama en busca de la felicidad. Mientras Fabi sugería que era mejor no ilusionarse, no hacerse la idea de que sí para después no ponerse mal, dos rayitas azules se formaban en una tirita blanca, y el mundo era maravilloso. Recuerdo que yo estaba leyendo el primer Harry Potter, que esa tarde recibiría el título de socióloga y que de lo que más se hablaba en todas partes -salvo en mi casa, donde todo acababa de cambiar de dimensiones- era de la invasión a Irak detrás de la ficción de las armas químicas. Los productores de Lost estaban encendiendo los motores, Tim Burton estaría filmando Big Fish y yo estaba todavía afectada por la muerte de Bourdieu. Había un presidente bochornoso, y la hipótesis general era que el país no llegaba a fin de año.
Ayer, mientras preparaba la fiesta, yo intentaba calcular cómo había sido posible, cómo fue que desde esa mañana que recuerdo milimetralmente yo hubiera podido devorar siete Harry Potters y sendos intentos de adaptación cinematográfica; que hubiera terminado dos posgrados y me hubiera embarcado en otro; que tantos documentales se hubieran filmado ya sobre esa ocupación para confirmar que era una farsa. Entre tanto tuve tiempo también de ver casi cinco temporadas de Lost, Tim Burton de regalarnos Charlie y la fábrica de chocolate, El cadáver de la novia, Sweeney Todd y Alicia en el país de las maravillas, y Bourdieu de publicar al menos dos obras póstumas. El país no sólo llegó a fin de año, sino que el crecimento económico fue tal que incluso una sociólga puede vivir dignamente haciendo tortas de cumpleaños.
Y claro: yo tuve a mi bebé. El día del cumpleaños de Fabi. La doctora que me la sacó de la panza dijo con ella todavía en el aire "¿ves? acá está Juanita", y a mí me llevó un rato hacer algo más que verla, no digo comprender porque es sencillamente incomprensible. Tal vez ¿medir? medir la forma en que yo ya no era quién había sido y cómo el mundo dejaba de girar sobre su eje.
Ayer Cuca cumplió 7 años.
Hace 7 años que el mundo es otro.
Así lo festejamos.


El tema fue la mesa de té de Alicia. Cari (madrina escenógrafa de http://www.ilfigocuadernos.blogspot.com/ ) le hizo estas tarjetitas soñadas, además de un conejo de tela, para jugar a ponerle la cola.
Pensaba ponerle un jean y una remera, pero Angie De Valle me lo prohibió y me mandó a Mi Reino detrás de un vestido debidamente lleno de encajes...
La mesa, bueh, ¿me explayo? Cupcakes medianos de chocolate, vainilla, rellenos de dulce de leche y de limón con copete de buttercream y merengue, con frutillas y flores; galletitas glaseadas que dicen "Cómeme", trufas de chocolate blanco y coco; mini brownies; galletitas de queso en forma de flor. Todo presentado en vajilla antigua de la que me fui haciendo durante los últimos meses entrando todos los anticuarios por los que pasaba.

La piñata es un regalo de Fernanda Lagomarsino, la tía escenógrafa (¡dios bendiga al IUNA, señora!), en forma de tetera. Yanina de Grupo Alma, maquilló a las niñas.

Y la torta, inspirada en la de la peli de Tim Burton, otra creación perdíz.

Para terminar, el genial souvenir: 3 galles en espectacular cajita. El dibujo lo bajé de internet así que no tengo a quién agradecerle. Quedó soñado.


Animaron dos ex maestras de jardín de Juana (Angie y Clarita), adoradas en esta casa como sólo las hadas madrinas pueden adorarse. La otra Clara ayudó con todo, el tío Pablo musicalizó, y una turma de 22 niñitas de 6 y 7 años descontrolaron felices en el living de casa.
Pero atenti, señora: los festejos no terminaron...

3 comentarios:

  1. Juli, increíble ese cumple. SOÑADO!

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  2. juli me hiciste llorar..... hermosa la historia y que decir de cuca!!! es lo mas!

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  3. Juli, sin palabras, el relato y la fiesta, hermosos los dos, uno MUY emocionante, la otra IMPRESIONANTE! beso y felicitaciones!

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