lunes, 10 de mayo de 2010

Lindo

Menos mal que Fabi no tiene grandes ansias de protagonismo... de todas formas siempre le ponemos energía también a los festejos de él. Por la noche, cuando se fueron las niñitas y antes de que llegaran los adultos (sí, señor, estamos mal de la cabeza ¿y qué?) descolgamos los globos y guirnaldas en tonos pastel y decoramos con globos y guirnaldas con figuras de las cartas de poker. No es que Fabi juegue al poker, sino que los sábados después del almuerzo con amigos mi casa se convierte en un centro de jubildos y a falta de cancha de bochas jugamos al Diplomático, no le cuento detalles porque me arrugo de sólo pensarlo y no hablaremos aquí de arrugas ya que mi gordo está impecable. Y... no es que sean mil velitas, es que la torta (un rogel) es un poco estrecha...

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