lunes, 24 de mayo de 2010

Abuelas

La citada frase de mi amiga Sonia acerca de los niños ("Los chicos me gustan como los grandes: algunos sí, y otros no") se ajusta, a mi juicio, perfectamente bien a la tercera edad. Diálogo de vestuario el martes pasado, cuando me cambiaba para entrar a la pileta:
- ¿Estará haciendo frío? Porque me voy a buscar a mis nietos al colegio. Tres tengo, y se portan de bien... Si está lindo los llevo a la plaza.
- ¿Por qué vas vos? ¿Tu nuera trabaja? Yo no entiendo las chicas de ahora que tienen hijos para irse a trabajar.
- ¿Por qué, no te los dejan buscar en el colegio a vos? A mí mis nietos me adoran, y me los dan siempre.
- Lo que pasa que mi hija la de acá no tiene todavía, como está con su carrera, con su carrera, todavía no quiere, le va muy bien ¿viste? Y el de España...
- ¡Ah! ¿¡SE TE FUE A ESPAÑA?! Qué barbaridad, pobre, mis hijos yo los tengo todos acá conmigo.
- Lo que pasa que mi hijo es ingeniero ¿viste? En Europa siempre buscan ingenieros de primer nivel, así que cuando fue lo del 2001...
-Sí, pero mirá, ahora les toca a ellos. Mis hijos por suerte siempre tuvieron trabajo acá, hasta en el peor momento.
Y hablando de peores momentos, me puse los tapones y salí rauda hacia la piscina, no sea que el veneno terminara de desparramarse y me tocara cobrar también a mí.
La veneración indiscutida de "la tercera edad", decía, es un plan que no compro. Prefiero, más bien, los ejemplares sueltos, previa verificación de que no se trata de serpientes venenosas camufladas en disfraces de amorosas abuelitas.
Tengo mil para citar. Mi abuela Esther, por caso, y la candidatura de la otra, Blanca, la discutimos en otro momento. Por lo pronto fijesé el caso de Nora, su nuera no sólo "le da" (my god...) los nietos sino que acepta contenta su propuesta de hacerse cargo de la comida del bautismo y cumpleaños de Maite. ¡Lo salado lo cocinó todito! Y para lo dulce llamó a una servidora. Hubo trufas de choco blanco teñido, cupcakes de limón y buttercream, brownies, rogel, huespi con mousse, galletitas decoradas, marquise con cheese cake y cookies de canela y manzana. De la torta de ocupó la otra abuela, con la que (no se por qué) no imagino peleas en el barro como la del vestuario que acabo de contarle. Imagino, más bien, dos abuelas perdices. Bien por Maite.

1 comentario:

  1. QUERIDA ,JULIA GRACIAS POR EL COMENTARIO,DE LA FIESTITA DE MAITE.TE CUENTO QUE TODO SALIO MUY,PERO MUY BIEN,EN ESPECIAL LA MESA DULCE,TODO MUY RICO .NUEVAMENTE GRACIAS POR TU COLABORACION.BESOS

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