lunes, 2 de agosto de 2010

Pataleta



Primera clase de la carrera de sociología.
Durkheim: los hechos sociales son generales, exteriores y cohercitivos (parece una pavada, señora, pero -salvo las excepciones del caso- ¡¡¡lo que costaba que comprendieran esto las blancas palomitas que recibía en la universidad!!! porque, ay, ahora que tengo blog aprovecho y lo digo: el estudiante de primer año de la carrera de sociología -excepciones salvadas otra vez- se cree que sabe más que el profesor, que el decano y, cómo no, que el mismísimo Durkheim, lo que hace todavía más difícil la ya compleja actividad de aprender).
Segunda clase: las corrientes sociales se diferencian de los hechos por ser efímeras pero convocar con la fuerza de lo extraordinario. Son cortas pero intensas, en otras palabras.
Y, señora, su repostera de confianza es una clara víctima de estas últimas, la primera en sucumbir. Uno de mil ejemplos: Sale Harry Potter y yo doy clases de narrativa para niños. Todos mis alumnos lo leyeron y enotonces no me queda más remedio. Y adivine. Exacto: siete años de mi vida invertidos en una fascinación demencial.
¿Quién me empujó hacia Lost? Ya no lo recuerdo. Tal vez Pau, o Cari. Yo, que de chiquita me fasciné con Robinson Crusoe, me dejé llevar sin resistencias a la promesa de la refundación de la sociedad, con el perfecto agregado de los flash backs y flash fowards, el misterio, la superproducción.
Cuando estaba por terminar la última temporada leí en Página una nota de Daniel Link de la que nada recuerdo salvo su gloriosa definición de Jack: es la taradez del mundo, decía, y yo coincido señor, pero no por eso se me pasa el amor, nada podía romper mi encanamiento salvo, claro, la profunda impericia de los guionistas y productores.
Banda de improvisados de anteojitos modernos dispuestos a sacarle hasta la última gota a su minuto de ser considerados cool, no rompieron todas las reglas de la narrativa por el sencillo hecho de desconocerlas. No fueron trasgresores sino ignorantes. No fueron originales sino inútiles. Lo suyo no es el guión, señores, ¡¡¡Pongan una ferretería!!! Hagan lo que les venga mejor pero no jueguen con nuestros sentimientos.
Soy crédula y poco exigente, y me defraudaron incluso a mí. Lo que los hace peores, si eso es posible, son esas declaraciones post cierre en las que van sugiriendo que los indignados son los que no terminaron de entender, espectadores de segunda que no comprenden los códigos de la serie -como si existieran.
Hubieran arruinado mi fin de semana, pero no pudieron. Una, porque se me rompió el horno (gracias, santa paciencia de Mónica y Jorgelina) y tuve que comprarme una nave espacial que además cocina. Y otra porque salió esta bella nota sobre Comieron Perdices en Ohlalá. No fui a la peluquería: ¡¡¡ellos trajeron peinador a casa!!! Y maquilladora. Eso es ser profesional (no como otros, grrr). Gracias Julia y Valeria. Y devuélvaneme el dinero de la entrada, señores de AXN.
PD: Sólo para que conste en actas, ¡Bajé 7 kilos desde que me tomaron esa foto! ¡¡¡¡¡¡¡Chiiiiva Carlton Cuse!!!!!!

3 comentarios:

  1. sos una DIOSA!!!!!!! estoy esperando que me llegue la revista a casa para leer la nota!!!. Te mereces esto y MUCHO MAS!!!!

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  2. Felicitaciones, vi la nota hoy en OhLaLa! Y también por haber bajado los 7 kg! Yo empecé mi dieta hace justo una semana ... qué mal humor, haha. Bah, no tanto, pero obvio, preferiría poder comer de todo! Sobre todo estas cosas tan ricas y lindas que hacés!

    Abrazo!

    Miki.
    http://mikisscrapbook.blogspot.com

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  3. Con mil años de delay,gracias chicas!! Subpi dos kilosen las vacaciones en Brasil, así que hoy lunes me reincorporé al ayuno...

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