jueves, 14 de enero de 2010

Fiesta en la pileta


Betu es mi amiga de la maestría. Somos un grupito de unas cuantas que, con absoluta justicia y sentido de la realidad, nos llamamos a nostras mismas "brujas". Betu es la bruja madre. Al poco tiempo de conocerla me contó que -aunque se había casado por civil y por iglesia- no había hecho fiesta de casamiento, no por motivos económicos ni por ninguna limitación objetiva sino simplemente porque se le había ocurrido, exactamente como a mí se me había ocurrido hacer fiesta con vestido blanco, largo, con cola y brillitos aunque no hubiera pasado ni por la vereda de enfrente del registro civil. Me parecía el detalle más inexplicable de ese alma tan clara en todo lo demás y sin embargo... años más tarde su hija mayor cumplió 15. No iba a haber fiesta. NO IBA A HABER FIESTA. Pero luego a alguien se le ocurrió que sí y... en todo el resto del año no se habló más que de souvenirs, tortas y vestidos de gala!!! Era como para preguntarle "¿quién eres tu y qué has hecho con la verdadera Betina?". El caso, según parece, fue que la verdadera Betina salió a la luz, una event planner amateur que terminó montando una fiesta espectacular y poniéndose para la ocasión todos los brillos que ameritaba.

A Guada le faltan algunos añitos para que llegue ese día, pero Betu se está poniendo en ritmo con esta fiesta de 10. Me llamó y me pidió galles para un festejo en la pileta. La torta quedaba en sus manos y el adorno sería de la Pantera Rosa. Antes de disponerme a cocinar le pregunté "¿Vos te das cuenta de que te metiste con una psicópata, no?" y como es mi amiga me dijo que... sí.

Todos los pedidos me desvelan pero como a Guada la conozco desde tanto antes que lleguen sus diez este me desveló especialmente, y anoche me quedé hasta casi la madrugada haciendo estas galles especialmente para ella. Para que los cumpla muy feliz.

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