sábado, 23 de enero de 2010

Eureka!

¿Sabe qué, señora, señor? Recién, mientras usted chapoteaba en el mar o se tomaba un licuado en la pileta o patinaba sobre hielo, yo, YO, inventé las trufas de brownie.
ESO es inmolarse por la humanidad.
De nada.

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