miércoles, 13 de enero de 2010


Cuando tuve a mis niños todavía no había descubierto a la repostera que habitaba en mí y -rodeada de sociólogos las 24 horas del día- no estaba notificada de rituales tan indispensables como los baby showers. Tampoco se me ocurrió llevar nada al sanatorio, ni souvenirs, desvelada como estaba por la llegada de mis bebes. A fin de cuentas creo que fue una suerte, porque de haber estado al tanto no hubiera dormido la noche anterior a parir por quedarme haciendo galletitas...
Más avispado que yo, Gaspar (que vio la cajita que hace unos días recibió su hermana) pidió Paquetito Paquete temático para su esposa Laura, que cumple años y junto a quien está esperando un hijo. Me disponía a cortar ropita de bebé y corazones cuando se me ocurrió ponerle panza a los vestidos de siempre. Aquí el resultado (sin falsa modestia): ESPECTACULARRR. Dan ganas de embarazarse sólo para hacerse unos. Ojo al piojo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario