Este día del niño sólo hubo regalos con páginas.
Cuca, qué resultó heredera absoluta del gen de mi padre artesano y mi abuela tejedora, recibió un libro para hacer pulseras al crochet y otro de tests para chicas, porque parece que al igual que a mi le fascina completar formularios (¡Encuestadores a nosotras!).
Fidelito, que además de bailar como los dioses dibuja idem (En mis quince años de docente nunca vi nada parecido, ese es mi pollo), tuvo su libro de digitopintura y otro de una historia que le encanta: los tres chanchitos, con istrucciones para hacer a los personajes con masa de modelar. Para Cata hubo diario íntimo canchero, para Reni una historia sobre una nena que como ella está portener su primer hermanito y para Mate un catálogo de dinosaurios con solapas. Para cada uno hubo galletitas en composé, porque no vaya a creer que las perdices son aves calmas que se dejan domesticar fácil, incluso pareciera que ahora que las cosas son como son se esmeran cada día más.
lunes, 22 de agosto de 2011
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