sábado, 25 de junio de 2011

Cuca Rock'n roll




Todo el mundo sabe a historia: el día en que nació, empecé a anotar contracciones cada 5 minutos mientras lloraba de lo mal que me estaba saliendo la torta de cumpleaños para Fabi. Yo tenía 26 años y unas ganas feroces de conocer a la bebé que habitaba mi panza. Puse la horrible torta en el freezer y me aboqué al trabajo de parto. Eran las 10 de la noche cuando la obstetra dijo que esa era Juana, y aunque no sé si nací de día o de noche siempre pensé que por haber nacido a esa hora sería más bien nocturna como yo. Por lo pronto, este año festejó sus 8 con un pijama party. Seré lo que seré, pero soy una madre pilas y me entusiasman los emprendimientos desproporcionados.


El tema fue very musical, y se me ocurrió que una linda combinación de colores sería rosa, fucsia y negro. Cuando las nenas llegaron las recibió una maquilladora las dejó espectaculares. Jugaron a la guerra de las canciones, a dígalo con mímica y cuando se hizo bien tarde mi living fue una gran disco en la que bailaron como locas. La torta fue el broche de ese momento, y la servimos con galletitas y cupcakes. Hubo también pochoclos para la peli, mientras el living pasaba a ser un camapento para 16 nenas que se arrancaban las mechas por estar con una o con la otra. Se durmieron a las 4... y menos mal que había dejado listo un desayunito (vea qué lindos en la foto: jugo + muffin en bolsita individual) porque se despertaron apenitas antes de que volvieran a buscarlas. Yo quedé para el spa y la casa hay que demolerla, pero ¡¡¡qué feliz estaba Cuca!!! Después, claro, vino la maravillosa cura de sueño que nos dejó como nuevas, una siesta tan desproporcionada como el festejo que fue la frutilla delpostre de un gran festejo perdiz.


1 comentario:

  1. que lindo todo, por suerte salio todo muy bien. Sos una madraza para hacer todo vos nomas. Besos.

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