domingo, 6 de febrero de 2011

Crumble de manzana


Pensé mucho qué foto poner en este post y finalmente elgí una de la casa. Me parece que ilustra muy bien cómo fueron nuestras vacaciones. Es una casa de campo tapada de flores, a pocos metros del mar. A pocos metros, también, de los amigos. Esta vez nos entregamos como pocas a la movida grupal, una multitud de niños propios y ajenos revoloteando siempre y siempre también señoras y señores buscando variantes a la invariable reunión. Pasamos 15 días en Uruguay y nuestras actividades fundamentales fueron dormir, cocinar, reunirnos, comer, ir a la playa -casi que en ese orden. La gloria. Agotadora, pero gloria al fin.El protagonista dulce de esa temporada fue sin dudas el apple crumble, porque se prepara fácil, porque es una delicia, y porque por error llevé toneladas de avena. No importa. Nunca sobró una miguita, más bien todo lo contrario.
Así que tome lápiz y papel, señora, porque voy a enseñarle a hacerlo.
Los ingredientes son:
1 k de manzanas (a mí me gustan rojas, pero si quiere un toquecito más ácido compre verdes)
100 grs de harina leudante
100 gs de azúcar
100 grs de manteca fría
50 grs de avena tradicional (la Quaker se vende en cualquier supermercado)
Y se hace así:
Prenda el horno a temperatura media (por caso, ¿185°?)
Ponga las manzanas cortadas en rodajitas partidas al medio en una pirex (importante: sale mejor si la fuente es de vidrio, y para estas cantidades yo uso una de 40 x 25 cm).
Ponga en un bol el resto de los ingredientes y arénelos (mézclelos fortando las manos, si la manteca está cortadita resulta más fácil). Luego cubra las manzanas con esta mezcla.
Ponga la fuente al horno hasta que la cobertura esté doradita, será media hora, 40 minutos, o hasta que el olor le cale tan profundo en su alma que no le resulte posible vivir un solo minuto más sin comerla.
Sírvala tibia (se puede calentar en el microhondas) con una cucharada de helado de crema o con crema chantillí.
Llore de la emoción.
Cuénteme.

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