Reviente de la envidia, señora: mientras que su hermana vive en Almagro la de Paula vive en... ¡¡¡Playa del Carmen!!! Y ¿sabe qué? No es recepcionista en un hotel o vendedora o repostera sino... ¡¡¡instructora de snorkel!!! Basta, señora, no sea así, qué mala, con lo buena que es su hermana.
Allá fueron Paula con su mamá y la pequeña Justina. Paula es otra desalmada como yo capaz de dejar marido en Buenos Aires cada vez que el camino conduce a la escalerilla del avión (y como dice el dicho popular hacia allí conducen todos los caminos). Paquetito paquete marino y amoroso para festejar el reencuentro.
Y para aplacar la culpa, acortar la espera, hacer el obligado gesto de gratitud y de amor hubo otro para marido Eduardo: promesas de regresar pronto, de pensar en él, de extrañarlo. Ya ve que una no se va de puro desalmada. Es que las perdices, cada tanto, necesitan migrar.
lunes, 7 de junio de 2010
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Desde Playa del Carmen, FELIZ al ver la cara de mi hermana al recibir las galles de manos de Justi (si! la peque cumplió la consigna de "dale a la tía el regalito que le trajimos") y con el corazón estrujadito por extrañar a mi amorcis (pero comprandole regalos a fullllllllllll), te lo digo de nuevo: GRACIAS JULI!!!!!!!
ResponderEliminarBesotes,
Pau
PD: Veré las fotos de la torta de Aurora x el blog buaaaaaaaaaaaaa
Nos vemos a la vuelta!!