Ya le hablé de lo bueno que está ser tío o tía, ahora si quiere le cuento sobre ser sobrino también...
Mire los encargos de Romina para los festejos del primer año de su sobrina Ana.
La torta: de vainilla rellena de crema y durazno (esta vez me ajusté a lo que me pedían por la alimentación de la beba pero ¡no me gusta la combinación! última vez que la hago). Cubrí la torta en merengue y le puse este cartelazo. Y le hice otra gemela pero sólo con los lunares, y Romina iba a decorarla con las galles de la familia al momento de soplar las velas.
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