jueves, 25 de noviembre de 2010

Fiestas, qué fantásticas, fantásticas, las fiestas







Llegó la hora, señora: el broche de oro, la frutilla del postre, el cierre estelar. A pasitos nomás de diciembre el olor infalible de los jazmines remite a navidades adroguenses, la prolongación de los días intensifica el lazo social cual lo firmaba Durkheim y cual se huele en los asados que de pronto asoman cuando asoma la noche, el calor acerca unos fervores veraniegos a los que además da forma y color.

Y entonces por qué ¿por qué, me pregunto yo, uno va en ojotas por la calle y al mirar una vidriera no ve olas de mar sino copos de nieve? Entiendo que este señor llegará del Polo Norte, pero la manía de importar descerebradamente cualquier cosa me sulfura (¿o me sulfata?). El año pasado la resistencia perdiz planteó un cambio de sabores: dejemos lo navideño en la decoración y abandonemos los bodoques de masa seca y perfumada para optar por sabores más frescos. Este año vamos por más. Si bien nunca llegué a abdicar ante galletitas en forma de mitones de lana en esta ocasión el Papá Noel perdiz se saca toda la parafernaria y se queda en bermudas, ¡¡¡En zunga si usted me lo pide!!! Pídamelo y se lo desnudo. No es un arranque de nacionalismo sino de sensatez; no es una campaña contra el comercio internacional de adornos para árboles de otro hemisferio sino la llana intención de disfrutar algo que tenga que ver con algo y nada que remita a la nada.

Dicho lo cual, he aquí la propuesta de mesa dulce perdiz navideña y añonueveña:

-shots de mousse de naranja y mousse de chocolate

-brownies con copete de merengue

-tarteletitas de cheese cake con cereza

-tarteletitas de frutas secas

-cupcakes de dulce de leche con buttercream

-galletitas con formas navideñas y deseos personalizados

Para seis personas: $ 220

Para doce: $ 420

Y así susesivamente.

Además Paquetitos Paquetes de 12 galles $ 70 y clones de los asistentes a los festejos en bolsas individuales $ 6 each.

Fiestas frescas y deliciosas, hermosas y personalizadas, que hablen de nosotros, que tengan algo que ver con los que devoran y comparten, que leen sus deseos y se ven a ellos mismos hechos de masa, que brindan con mousses, que se chupan los dedos, que saben que un buen comienzo requiere antes de un mejor final.

Guarangada


Señora, ¡esto más que una chocuqueta es una guarangada! En verano pida sus tortas con cerezas, síííííí

¡Ositos!

Para Carolina, pedidos por Ana que está en todo.



martes, 23 de noviembre de 2010

Rosa y radiante va la novia




Torta, galles, cupcakes y trufas para el cumpleaños de Guillermina, con todas las fichas puestas en elmegaevento del verano:D

Mais de hadas


Otra versión de una torta solicitadísima (atenti, señora, esta está rellena de mousse de chocolate).

Uno y uno






Todo para el cumple de Benicio, objetivamente pequeño, y todo para el cumple de Juliana,que promedia los veinti pero siempre será la niña de la mamá a cargo de este pedido.

Kitty, kitty, kitty


Souvenires soñados para la hija de Florencia.

Nos tapó el agua




Mire si no es una combinación soñada, señora, ¡y no sabe lo que era la torta! Celeste con langostinos, tiburones, rayas y estrellas de mar, lástima que no la va ver porque ¡¡¡No le saqué fotó!!!! Me distraje, me olvidé, no me olvido lacabeza porque la tengo pegada -diría mi abuela- y así estamos, sin el pan y -ya sabe- si la torta. Ufa.

Varios cumples


Chocuqueta, budín y cookies para el cumple de Pedrito; torta de cumple y budín (+ crumble y chocuqueta de los que no hubo foto) para el cumple de Katita; galles y torta para Mila; cupcakes, trufas y galletitas: para la cartera de la dama, el bolsillo del caballero y la mesa del cumpleañero.






















Mais galletitas

Para contar una historia de amor, pedidas por Nati (y un aplauso para el mapamundi, sil vous plait); para los 25 años de casada de Mónica; de Julia para su grupo de vacas (¿?); de Cu para Carlota; para ofrecer en el cumpleaños de Tita; de Candelaria a su tocaya recién salida del horno; de Cuca para Iván (otro aplauso, che, ¿qué le cuesta?).










































domingo, 14 de noviembre de 2010

A dios gracias


Me preparo para salir y me preguntás si voy a volver tarde. Te digo que sí: el recital es muy largo. Estás preocupada: van a tener que cortar, nadie dura tres horas sin hacer pis. Hora de hablar con vos sobre algo muy serio.
“Nadie”, en este caso, refiere a “ningún ser humano”: ningún ser humano soporta tres horas sin hacer pis. Sin embargo (y esto es lo importante) algunos seres excepcionales habitan este mundo. Siempre me preguntás cómo estoy tan segura de que Dios no existe y te digo que es completamente evidente; luego, eso no significa que no crea en ninguna divinidad. Al contrario, soy politeísta. De algún modo debés intuirlo: tengo un altar imantado en la puerta de a heladera. Te cuento los despliegues de esos dioses cuando estás por dormirte. De a poco empezás a entender que la naturaleza de esos seres que parecen hombres es distinta a la nuestra, y que eso no es para nada extraño, que se debe sencillamente a que no provienen del mismo mundo que el resto de nosotros.
Dioses fáciles de reconocer. En primer lugar son seres atemporales. Una escencia inmutable persiste en ellos más allá de los años, y algo en su perfil izquierdo remite siempre a su esplendor, ya sea cuando se sientan al piano, cuando meten un gol o cuando un fotógrafo captura sin saberlo el instante más reproducido de la historia. Si se tiene la fortuna semi imposible de presenciar ese milagro, algo de la divinidad hace mella en uno, pero pronto se apaga, porque nosotros no somos como ellos o, más bien, porque ellos no son como nosotros. Esa ráfaga de luz tiene el efecto confuso de mostrar qué rudimentarios somos y de dejarnos a su vez desaforados por más de su luminosidad, de requerirlos con locura, de dejarnos temblando ante la posibilidad de tener que vivir sin ellos.
Una tarde, en una cancha de fútbol, o al escribir una carta a un amigo, o al levantarse de un sueño pesado, pronuncian palabras que previsiblemente quedan por siempre en la vida de todos (la pelota no se mancha, hasta la victoria siempre, let it be) como información que nos acompañara desde el inicio de los tiempos, frases que forman parte de nuestro instinto, de nuestra anatomía, de nuestra modesta capacidad de pensar.
Y lo más importante: los seres mágicos se atraen mutuamente formando hordas irrefutables, indiscutidamente geniales, the coolest of gangs, diría Rowling, olimpos contempráneos que ilustran sobre el perfecto funcionamiento de las cosas. Paules, Johnes, Georges y Ringos; Ernestos, Camilos y Fideles; Diegos, Carlitos y Martines Palermos.
En fin, Cuca, supongo que ya podrás entenderlo: es por eso que Paul no necesita dejar de tocar para salir del escenario a hacer pis. Puede sostener tres horas de canciones que conocemos desde antes de haber nacido, que cincuenta años después de haber sido pensadas, pronunciadas, escritas, entonan decenas de miles de personas, y tantas o más seguirán coreándolas en cien. Las escribirán en pancartas, las gritarán en las calles, vos misma se las enseñarás a tus hijos como yo te las enseño a vos y a Fidel, como las cantamos desaforados a las siete y media de la mañana cada día rumbo al colegio, tres fanáticos religiosos demenciales: Take a sad song and make it better, un rezo fervoroso, la clave inconfundible para empezar un día con dios de nuestra parte, receta mágica que augura perdices, conjuro de mil amores que adoramos cantar.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Esperando a Paul


El otro día mi prima Mercedes me recordó el año en que vimos por primera vez a Paul Mc Cartney: 1993. Estaba por decir que me sentía vieja cuando de pronto pensé en él, en tooooodos sus años, en su juventud blanca y negra, en su presente en color, en su energía, y me absutuve. Allí estaremos entonces el miércoles para tomar nota de cómo se hace para vivir la vida, con el auspicio oficial de la abuela Esther que nos regaló las entradas.
Mientras, marche Paquetito Paquetede yellows submarines para Graciela. Y alguno para mis niños, che, que si no van sacar sus carnets del sindicato de beatlemaníacos para tirar la bronca.

De ave a ave


Antojos x 2


Paula se enteró de que está embarazada, y festejó con perdices x 3: PP de galles para su mamá y su novio, y de cupcakes para ella misma.
Mientras tanto...
Martina diseñó milimetralmente su regalo de cumpleaños perdiz (es que mi hija me hace propaganda).

Naranja y chocolate




Dos versiones dos: Cupakes de vainilla rellenos de mousse de naranja con copete de mousse de chocolate y shots de mousse de ambos sabores. Aplausos, sil vous plait.

Mesa dulce floreada

Mesa dulce floreada pedida por Natalia: torta de cumpleaños de bizcochuelo de vainilla relleno de frutillas con crema y de dulce de leche con merenguitos cubierto de merengue; torta perdices (de bizcochuelo de chocolate con mousse de chocolate; trufas de chocolate; torta de manzana, canela y nuez; galles; y shots de mousse de chocolate con copete de merengue y de cheese cake.

Una galletita vale más que mil palabras

Para el baby shower de la mamá de Luca, para el cumpleaños de Candelaria y, en Paquetito Paquete, para el de Dafne y también para el de María... todo, todo, todo puede decirse así.

¡Qué julepe!

Pedidos de Halloween para Laura, Anabella, y una yapita para los Sislian.

Delicada combinación

Pedida por Nayla para el cumpleaños de su hija.

Loca por el chocolate

Cuando armo mesas dulces suelo intentar no repetir sabores y en cambio, mírela a Florencia: torta de brownie con mousse de chocolate y trufas de chocolate blanco y negro. Eso es tener claro lo que se quiere comer.

Algo en común

Natalia me escribe cada tanto: lee el blog y encuentra de todo para identificarse. Un día me googleo y bingo, ¡saltó la coneja! Quizás por eso eligió esta combinación que yo misma hubiera elegido encantada, quizás nuestro gusto sea algo de todo lo que tenemos en común.

Penélope Glamour


Pedido por Angie para una ahijada delicada, angelical y sobre todo... ¡¡¡tuerca!!!