jueves, 27 de mayo de 2010

Varias rositas

Paquetito Paquete pedido por Carolina, y surtidito rococó para Bettina (la torta es una base para decorarla con Pets, como la de Cuca).

Perdidísima

¿Vio que yo le editorializo hasta los alfajorcitos de maizena? Aquí me llamo al silencio. Sencillamente me quiero morir: estoy siete capítulos atrasada para llegar al final de Lost. Mi único aporte, por el momento, será de masa (pedidos por Paula, que anticipa un mar de lágrimas).


Lindos
¡A ella!

Dos a los que adoro, uno al que no banco.
Brownies para evocar al oso polar, al helicóptero que llevó a Miles a la isla, a Charlie y al vuelo 815.




miércoles, 26 de mayo de 2010

Carrozas de fuego


Hay que decirlo: te cae el Bicentenario en pleno gobierno delruista y nos morimos del sopor, con suerte se consigue un canje por dos temas de Shakira pero pará de contar. A la Presidenta, en cambio, critíquele cualquier cosa, pero ella nunca tendrá que hacer un spot publicitario mascullando “Dicen que soy aburrida”.
No.
Mi familia está en tema desde hace meses, cuando Cari ingresó al elenco estable de los constructores de carrozas y desde entonces hemos dedicado buena parte de nuestras sobremesas de sábado a debatir cuánto merecía cada tema ser conmemorado, qué personajes ameritaban ese privilegio, qué episodios valía la pena evocar.
Nos quedamos cortos, señor. Nunca hubiéramos soñado nada como lo que vimos. No se lo cuento porque ya lo vio en la tele (tan espectacular que hasta se vio en la tele, y no sólo en ATC), pero déjeme reproducir algunos coments de mis hijos.

Yo, mientras baño a Fidel: ¿Sabés? Vamos a ir a un lugar re lindo, con carrozas, música, luces.
Fidel (a los gritos): ¡Cuca! ¡¡¡Nos vamos a Disney!!!

Cuca, en pleno desfile, mientras pasa con sus dragones la columna que representa a los inmigrantes de China: ¡¡¿¿Son chinos de verdad??!!

Cuca, en el auto de vuelta: Lo único que no estaba igualito fue lo de las madres: no parecían las verdaderas.
Yo: …
Cuca:…
Yo: …
Cuca: Ah, porque antes no eran viejitas…

Ay, mi negra, qué genia sos.

By the way, hubo Paquetito Paquete Patrio para Patricia (dígame si no está para patentarlo) y para Pilar, que tuvo su primer protagónico como dama antigua en el cole.
A mí, ya le dije, me encantó todo, pero algo de lo que más me conmovió fue el grupito de travestis que bailaba entre las murgas, moviendo las colas de gatos que le salían del catsuit. Me llenó de emoción imaginar una señora pacata atragantándose con un canapecito ante semejante espectáculo, “Ay, Joaquín, esto en Miami no pasa”. A mí me fascina que pase, ¿para qué mentirle? Las perdices son así.

lunes, 24 de mayo de 2010

Clásica y moderna


Lu cumplió 15, y sus padrinos (¡que son los míos!) le regalaron esta beautiful torta: blanca y en dos pisos, con tiritas, pero...
Como le conozco el perfil, cambiamos los dijes de herraduras, elefantes y monedas por pins a tono con la onda del resto. En bandeja de tul violeta, el merengue estuvo salpicado de coloridas estrellas de fondant.
En fin, dejaremos las flores naturales para otra ocasión...

Abuelas

La citada frase de mi amiga Sonia acerca de los niños ("Los chicos me gustan como los grandes: algunos sí, y otros no") se ajusta, a mi juicio, perfectamente bien a la tercera edad. Diálogo de vestuario el martes pasado, cuando me cambiaba para entrar a la pileta:
- ¿Estará haciendo frío? Porque me voy a buscar a mis nietos al colegio. Tres tengo, y se portan de bien... Si está lindo los llevo a la plaza.
- ¿Por qué vas vos? ¿Tu nuera trabaja? Yo no entiendo las chicas de ahora que tienen hijos para irse a trabajar.
- ¿Por qué, no te los dejan buscar en el colegio a vos? A mí mis nietos me adoran, y me los dan siempre.
- Lo que pasa que mi hija la de acá no tiene todavía, como está con su carrera, con su carrera, todavía no quiere, le va muy bien ¿viste? Y el de España...
- ¡Ah! ¿¡SE TE FUE A ESPAÑA?! Qué barbaridad, pobre, mis hijos yo los tengo todos acá conmigo.
- Lo que pasa que mi hijo es ingeniero ¿viste? En Europa siempre buscan ingenieros de primer nivel, así que cuando fue lo del 2001...
-Sí, pero mirá, ahora les toca a ellos. Mis hijos por suerte siempre tuvieron trabajo acá, hasta en el peor momento.
Y hablando de peores momentos, me puse los tapones y salí rauda hacia la piscina, no sea que el veneno terminara de desparramarse y me tocara cobrar también a mí.
La veneración indiscutida de "la tercera edad", decía, es un plan que no compro. Prefiero, más bien, los ejemplares sueltos, previa verificación de que no se trata de serpientes venenosas camufladas en disfraces de amorosas abuelitas.
Tengo mil para citar. Mi abuela Esther, por caso, y la candidatura de la otra, Blanca, la discutimos en otro momento. Por lo pronto fijesé el caso de Nora, su nuera no sólo "le da" (my god...) los nietos sino que acepta contenta su propuesta de hacerse cargo de la comida del bautismo y cumpleaños de Maite. ¡Lo salado lo cocinó todito! Y para lo dulce llamó a una servidora. Hubo trufas de choco blanco teñido, cupcakes de limón y buttercream, brownies, rogel, huespi con mousse, galletitas decoradas, marquise con cheese cake y cookies de canela y manzana. De la torta de ocupó la otra abuela, con la que (no se por qué) no imagino peleas en el barro como la del vestuario que acabo de contarle. Imagino, más bien, dos abuelas perdices. Bien por Maite.

viernes, 21 de mayo de 2010

25


Hace algunos días una de mis clientas favoritas (sí, señora, tengo clientas favoritas: las que no me llaman para resolver un problema sino porque están entusiasmadas con sus festejos, las que no son cabeza dura, las que cuando todo teminan escriben para contar) leyó en el blog que yo era socióloga y me dijo "¡Qué desperdicio!". Mi clienta se llama "Extrema Sinceridad". Ja. Yo me quedé pensando: ¿desperdicio para quién? ¿Para mí, que invertí (invierto) tanta energía en otra cosa que decorar cupcakes?; ¿para el Estado, que bancó mi lugar habiendo tanta cola?; ¿para mi familia, que saber prescindir de esposa-madre-nieta cada vez que me consumo en un paper?
No importa. Aprovecharé en este post para revalidad el título. Ja otra vez.
Mi especialidad es el estudio de cómo se enseña la historia argentina reciente en la escuela. Cuando era jóven, soberbia, pretenciosa, decía: mal. Ahora que soy vieja, se me bajó el copete y me especializo en trufas digo: es muy complejo.
No importa. No viene al caso. El punto es que buena parte de mi tesis está dedicada al análisis de los actos escolares, y leyendo para escribir ese capítulo dí con un señor que describe algo que es lo que quiero contarle. El señor se llama Mario Carretero, es un genio y, de no ser porque acaba de destronarlo Alicia Steinberg el suyo sería el mejor libro que leí en el último año. Carretero se embarca en un estudio del que surgen mil conclusiones, pero la que aquí nos convoca es la siguiente: a cierta edad (siendo más bien pequeñuelos) los niños tienden a entender que el orden de los actos escolares coincide con el devenir histórico, con lo cual tiene que haber ocurrido primero el 25 de mayo, luego el 9 de julio, luego el 17 de agosto y todo termina con... ¡el 12 de octubre! Es decir que primero este país estaba habitado por los vecinos de la ciudad de Buenos Aires y alegres esclavitos candomberos, que luego se independizaron en Tucumán, lo cual los puso contentísimos pero la felicidad acabó con la muerte de San Martín y ¡ay! los españoles aprovecharon que aquí todo el mundo andaba con el alma por el suelo para regalar espejitos, matar a troche y moche y cristianizar a los indios que no queda bien claro de dónde salieron. Pucha digo. Y eso que este estudio es previo a que deviniera efeméride el 24 de marzo (y que muchas escuelas se hacen bien las tontas con esa fecha) porque te quiero ver cómo interpretás las ensalada de frutas que se le armará a los niños desde que todo arranca tan mal.
La idea es que esto no es indefectiblemente así, sino que es producto de la forma que suele tener la conmemoriación ¿cachai? No es que no pueda cambiarse, es una descripción de cómo son (porque así salieron pero podría haber sido distinto) las cosas.
Chim pum.
No tanto desperdicio ¿eh?.
Te sirvo tanto para una barrida como para una enjuagada.
Porque ¿qué relato más ideal para compañar estos Paquetitos Paquetes?
El primero lo encargó Eleonora para sus papás, Beatriz y Aldo, porque el 25 cumplen 38 años de casados y es además el cumpleaños número 70 de él.
El segundo Guadalupe, para que su hija lleve al jardín de infantes.
Divino, ¿no le parece?. Pero no se olvide: una galletita sola no dice nada. Y a veces la escuela no alcanza. Hágase cargo de la parte que le toca. No hay que desperdiciar.

Ciro y Galo


Señora, mientras yo hago gente de manteca y harina, mire lo que hicieron Julián y Nancy.

ESO es talento para la repostería.

Bienvenidos sobrinos del alma.

martes, 18 de mayo de 2010

Hágale caso al DT

Que no se le escape la tortuga.


12 de junio: Argentina-Nigeria
17 de junio: Argentina-Corea del Sur

200


El otro día Fidel miró el reverso de un chocolate Águila en el que se reproducía la famosa imagen del Cabildo Abierto y me preguntó "¿Llueve?" alcanzando así un vuelo en su reflexión historiográfica que le pegó en el palo a la de Felipe Pigna.
Pamela está haciendo un posgrado en París, vino para el nacimiento de su sobrina y dio con Comieron Perdices de casualidad. Ella dice que fuimos compañeras de la facultad, pero yo soy trágicamente horrible para los nombres y las caras. No importa. Quedó encantada con el cambio de rubro y quiso llevarle a Hernán un Paquetito Paquete, algo casi tan autóctono como el dulce de leche Chimbote o los alfajores Havanna.
Pensamos bien qué hacer, y el resultado es este. Ojo, la dama antigua no es una de esas señorasdelamisaalatertuliaydeallíabordarmañanitasmientraspiensoconquiénmecaso. No. Una dama antigua perdices es, por caso, Mariquita Sanchez de Thompson, una señora que se casa con quién quiere y no con quién le dice papá, y que no se duerme en el letargo de la fortuna sino que hace del living de su casa un refugio de pasiones, un espacio de libertad.
¿A la del poncho la reconoció? No me salió tan hermosa como la verdadera. Le doy una pista. Todos me preguntan si a Fidel le puse Fidel por Fidel (¿¿¿acaso yo le pregunto si usted a su nene le puso Franco por Franco???), al punto que Juana terminó preguntándome por quién habíamos elegido su nombre. Tuve que improvisar, y pensé en ella: Juana Azurduy, la "flor del Alto Perú", y Cuca quedó chocha de con una referencia tan florida. La de rulitos, ya sabe, nos quedamos sin tiempo para hacerla negra pero el vestido a lunares a la que la condenaron las conmemoraciones escolares la delata. No sabemos su nombre porque la historia se encargó de borrarlo. Pero lo que sí sabemos, señor, es que no llevaba la sonrisa pintada en el rostro como se vende en los actos en los que sólo hay candombe. Ni tampoco lleva escarapela ¿no? Porque digamos que su situación no cambió el 26 de mayo a las 7 de la mañana, no, y que usara escarapela recordaría a esa foto que circuló cuando el desequilibro cósmico de las reteciones al campo: la señora paqueta a la que le cacerolea la empleada porque ella no toca un utensilio de cocina NI para cacerolear.
El año pasado después del acto le conté a Cuca que esos negritos de lunares eran esclavos y se quedó pasmada. Pensó un rato y después se iluminó: a lo mejor con la plata que juntan vendiendo empanadas se pueden volver a a su casa. Pues no, mi Cuquita, la plata es para el señor. Pausa. "¿Los dejarían comerse una empanadita, aunque sea?".
Sobre los señores no tengo dudas: son Moreno y Belgrano, dos estaciones de subte, dos avenidas, dos barrios de los más justificados ¿no? y qué lindo les queda el yabot.
Ya así como estoy no duermo, pero no sería justo no darle un changüí: tomo tres pedidos más para el bicentenario. Seis personajes a elección (ojo con lo que me pide porque me retobo como con ese sapo ¿eh?) o cinco más una torta, y cuatro escarapelitas. Y si no se compra unos pastelitos; no serán tan lindos pero no me diga que no la hacen feliz.

Pink

¿Vio lo que le comenté más abajo tomado del libro de Giddens, sobre las identidades de género, etc? Fabi dice que leyó no sabe dónde los resultados de un estudio en el que se afirma que la preferencia de las mujeres por el rosa está presente en varias culturas, como si hubiera alguna especie de propensión genética, transcultural.
Chupate esa mandarina.
Igual a mí me suena frutoide (y no por la mandarina).
Por lo pronto rosadísimas galletitas para el té organizado por Magdalena para las amigas de su hija. Me encargó también toppings ¡para que ellas mismas hicieran sus cupcakes! Cuánta dedicación (y cuánta paciencia).

lunes, 17 de mayo de 2010

Temporada de Té


Perdices, y otras mascotas




Creo que ya le conté esta historia: cuando Cuca nació yo no pasaba de un bizcochuelo decorado con granas (sin ganas). Las contracciones se aceleraron mientras yo lloraba porque se me había roto la batidora, y esa noche teníamos amigos a comer porque era el cumpleaños de Fabi (sí, tuve a mi hija el día del cumpleaños de mi marido, dígame si lo mío no es la organización de eventos aunque...qué fea la palabra "evento", "festejo" me gusta tantísimo más).
Un año más tarde quise una torta espectacular y... ¡¡¡la encargué en una confitería!!! Sí, señora, merezco su abucheo, lo sé, pero ¿sabe qué pasa? Por entonces me creía una joven promesa de la sociología local: era becaria de CONICET, escribía mi tesis de maestría, daba clases en la universidad, recorría congresos, me había inscripto en el doctorado. Una perdiz desaforada aleteaba dentro de mí, pero yo quería brillar en la carrera académica, cumplir con ese mandato inverso al del ama de casa en chancletas pero ¿sabe qué? mandato al fin.
La perdiz tuvo que aletear mucho más todavía. Para el segundo cumpleaños de Cuca le pedí a mi prima Mercedes (que es la mejor repostera del mundo pero se cree lingüista, es de familia, dios me libre, ya la vamos a repatriar y convencer) instrucciones para hacer un merengue suizo. Recuerdo que me pareció un plan chino, ¡tan complicado! lo dejé blanquito nomás porque la sola idea de teñirlo me daba pánico. Con ese merengue cubrí un bizcochuelo de chocolate; en el centro le puse una jabonera en forma de rana (no digo sapo porque ya sabemos que para el oprobio de la zoología moderna sapo hay uno solo) y cargué el hueco de la panza con un puñado de gomitas de colores. Quedó bastante aceptable a la vista, y los chicos fascinados.
El año siguiente ya estábamos semi derrotados por el flagelo de las princesas ("Cuca, ¿por qué Cenicienta le lava los calzones a la madrastra si ella es la dueña de la casa y de todo?", "¡Ay, mamá! porque es linda, pero hay cosas que no piensa"). Blancanieves gobernaba nuestras vidas como nunca había logrado gobernar la propia y, ante la urgencia de una torta real (no de realidad si no de realeza), de alguna forma que no recuerdo di con la pasta Ballina. Santa Patrona de la Repostería contemporánea, el espíritu de Marta me abordó, y cuando terminé esa torta no podía creer que la hubiera hecho yo misma. Hoy renegaría de una creación tan básica, pero ese día la perdiz aleteó tan fuerte que casi logra hacerse ver, y habrá hecho algún ruido desproporcionado, algo habré escuchado yo porque ya no hubo vuelta atrás. Las tortas que siguieron ya las conoce: la de Jazmín en su alformbra mágica, la de Campanita en la pradera, la del uniforme de porrista de HSM y la inspirada en la peli de Tim Burton; y para Fidel: la del circo, la de dinosaurios, la de Buzz Light Year.
Como se lo adelanté, los festejos por los 7 años de Cuca no terminaron con la mesa de té de la semana pasada. Este fin de semana hubo merienda adroguense y Cuca propuso tema Pet. Inútil que se lo describa si no tiene una niñita fanática en casa. Los pet tienen frente a las princesas la ventaja de ser descerebrados con justificativo, porque son animales, y la desventaja de ser caros e infinitos -las princesas al menos son cinco o seis, según contemos o no a Pocahontas, que es una princesa aborigen y por eso en este planeta su nobleza no lo es tanto. Pero mire las fotos. Hubo súper torta, cupcakes en los tonos y nuevas galles de animalitos: chancho, pingüino, koala, jirafa y foca. Y perdíz, debería decir, no de galleta sino vivita y colendo, revoloteando vital, enérgica, feliz de poder sumarse a la fiesta.

Apetito dime tu


Esta torta fue un pedido de Cecilia (mamá de Fran, amiguito de Fidel) para su suegro. Pidió que le escribiera "Apeto" y se rió al decir "Qué original ¿no?" y yo pensé que sí, que nunca antes había escrito antes en una torta algo parecido. Caí mucho después, cuando el propio Fran vino a buscarla: ¡"Apeto" es "abuelo"!
Yo siempre pienso que uno no es lo que fue en el transcurso de su vida sino lo que es en el presente con una historia. Cuando sea vieja no voy a ser la que soy hoy sino otra, con una historia que me involucra. Mi abuela, si ir más lejos, fue varias toda su vida, pero cuando yo nací hace 33 años, cuando la bauticé "Bue", cuando la multitud de primos que me sucedió adoptó también esa forma de llamarla, entonces ella pasó a ser nuestra abuela y se olvidó su nombre, y esa fue su escencia definitiva.

Despedida


Ay, señora, entre el Mundial, el Bicentenario y pito, flauta, matraca (diría mi amiga Pau) vuelan los colorantes celeste y blanco. A tono con todo eso pero por otras causas, Mónica hizo este encargo en colores patrios para Abe, que se vuelve a Estados Unidos luego de vivir algunos años en Argentina.
A todo esto me hice la fotógrafa e hice posar mis cupcakes junto a un jarrón con margaritas. Porque ya lo dijo Sofía Coppola: todas las chicas nos creemos fotógrafas alguna vez. Esa foto la tomé durante el minuto y medio que me tocó a mí.

Popurrí tricolor


Coloridísima variedad para el cumpleaños de Fausto, pensada por mamá Florencia.

Las tres niñas

Luana, Valentina y Florentina cumplieron años, y Cuca le regaló a cada una un Paquetito Paquete. El otro día hubo un cumple para el que no llegué a preparar el correspondiente, por lo que compré un juego de mesa... ¡¿para qué?! La niña en cuestión tiró la bronca, y hubo que jurarle que la invitaremos a tomar el té a casa con galletitas con su nombre.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Desde el sur...

... llegó para Vilma este desayuno divine. Lo encargaron Romi, Maru y Tati que viven en la Patagonia. Reemplazamos las trufas con más galles, porque la otra vez le habían fascinado, pero nos salimos de los colores pasteles para que fueran bien distintas (además porque Vilma es una tía canchera si las hay). Acompañamos con una torta divine, en otra combinación súper aperdizada.


La antorcha ha pasado


Iba a ser ingeniero nuclear o genetista, pero desde que existe Comieron Perdices Fi sólo quiere hacer tortas. Por una vez pude dejarlo. Tenía que llevar al jardín una merienda "cuadrada" para compartir, e hicimos esta chocotorta (parece tarea sencilla pero con este tipo de tortas se tiende al rectángulo, haga la prueba) decorada con los colores de Spiderman. Aquí foto de los festejos por la obra terminada.

Siempre hay un motivo real para hacer un pedido perdiz


Usted sabe cómo son los Larrondo: cuando no están cumpliendo años están multiplicándose e incluso ahora llegan a recibirse para tener excusa para pedir un Paquetito Paquete. Para Gaspar (que se recibió de diseñador) de sus sobrinas, que decidiron no tirarle harina y huevos y usarlos con fines más nobles.

Todo tiene que ver con todo

Ay, señor, cuánta verdad en esa publicidad de la tele en que la gente se convierte en zombie mirando fútbol. Yo, sin ir más lejos, que mientras la vida sigue su curso normal no distingo la camiseta de Ríver de la de Atlanta, cuando llega el mundial me sumo a la locura generalizada y le comento los partidos como si conociera la definición de "off side". Yo, que en los actos del colegio de mis hijos me siento físicamente inhabilitada para abrir la boca para entonar el himno (porque qué barbaridad, señora, las barbaridades a las que ha servido aquello de ohjuremoscongloriamorir) lloré con Maradona durante la silvatina italiana del '90. Y no bien veo esas aperturas de multitudes que forman figuras consigo mismas me sumo al delirio de seguir los partidos como si se nos fuera la vida en cada uno, y ya les compré a mis hijos los gorros de juglar celeste y blanco reglamentarios.
Y además hay mundiales y mundiales. El detestable del '78, el memorable del '86, el emocionante del '90 y después esa meseta incierta al menos para quienes entendemos poco y nada en materia futbolísitca. Este año, por su parte, pinta más que bien. Primero la sede ¿Vió Invictus? Si no la vio mírela, coincida conmigo en que el mundo sería otra cosa si fuera una película de Clint Eastwood (¿ya le dije que me quiero casar con Clint Eastwood?). Luego la hermosa canción, resistente incluso a los embates del muchacho de rulos dispuesto al destrozarla en su versión hispana (¿vio el video? Todo por dos pesos un poroto). Y por último el director técnico. Porque no hace falta saber nada de fútbol para comprender en qué medida merece nuestra veneración Diego Maradona. Cuando estaba embarazada de Fidel, por ejemplo, le propuse a Fabi seriamente ponerle Diego Armando. Lo veo emocionarse con los videos de sus goles y me pregunto por qué no aceptó, si le pega en el palo a la imagen de la paloma que se posa en el hombro de Fidel tras el ingreso de los revolucionarios a La Habana.
Abusando de mi derecho a hablar de una materia que me es tan ajena, quiero hacer también una apología de Palermo. No tengo un sólo argumento futbolístico más que ver las alegrías que le ha dado a mi marido y, por propiedad transitiva, a toda mi casa. Y para coronar esa vocación: un par de días después de que su gol mágico en el último partido de las eliminatorias nos salvara de un junio miserable, estaba en el cuarto de Cuca cuando ví por la ventana un amontonamiento de gente. Miré bien, para entender lo que pasaba y entonces lo ví. Calculo que habría salido del estudio de fotografía que hay en mi cuadra, o no sé, pero su auto (su nave espacial) estaba estacionado frente a mi casa. Bajé las escaleras al vuelo y también al vuelo agarré a Fidel. De la forma más bizarra posible interrumpí la conversación de Martín con el único señor que quedaba para decirle "¡Sos un genio! ¡Te adoramos! ¡No sabés cómo nos alegraste la vida!" y preguntarle si podía hacerle upa a Fidelito para sacarles una foto al tiempo que le ponía a Fidelito a upa para sacarles una foto. Fidelito, a todo esto, decía por lo bajo que él quería foto con Spiderman "¡no con él!", y Martín se reía, y yo inmutable, recordando la anécdota que una señora me contó en La Habana (al final es cierto eso de que todo tiene que ver con todo). Los revolucionarios llegaban en caravana (alegre caravana) y ella, que por entonces era chiquita, se acercó a uno de los coches al grito de "¡Camilo! ¡Camilo!" y el señor al que estaba mirando le dijo "No soy Camilo, pero saludame igual que si no después te vas a arrepentir". Era el Che Guevara, tatuado en el brazo de Diego, que convocó a Martín, que se sacó una foto con Fidel, y así sucesivamente. Ya me vas a agradecer esa foto, Fidelito.
Todo esto para decir que se aproxima el Mundial y algunos suertudos (qué fina puedo ser cuando quiero) se van a verlo a Sudáfrica. Este Paquetito lo pidió Patricia para su hijo Pancho, que ligó para el cumple otro paquete pero no con galletitas sino con pasajes,vouchers, entradas...
Para que no decaiga para los que nos quedamos, Comieron Perdices y M-Wines armaron estas promociones:
  • Champagne Fin del Mundo Extra Brut + caja con 6 galles (un jugador, una copa y seis figuras como pelotas corazones, blondas, círculos con nombres, banderas, camisetas): $ 80
  • Champagne Fin del Mundo Extra Brut + caja con 12 galles (un jugador, una copa y diez figuras como pelotas corazones, blondas, círculos con nombres, banderas, camisetas): $ 100
    Champagne Fin del Mundo Extra Brut + caja con 12 galles (cinco jugadores, una copa y seis
  • Figuras como pelotas corazones, blondas, círculos con nombres, banderas, camisetas): $ 120
Recuerde la célebre frase de Maradona (no, señora, "que la sigan..." no, no sea ordinaria): Que no se le escape la tortuga. Haga su pedido con tiempo, que con suerte estaré festejando si se acuerda más tarde.

Siga, siga, siga el baile


No conforme con lo que laburé para su cumple en casa, Cuca eligió galles de ositos para llevar al cole ¿y por qué no la mandamos a esos colegios de diez nenes por grado?

lunes, 10 de mayo de 2010

Lindo

Menos mal que Fabi no tiene grandes ansias de protagonismo... de todas formas siempre le ponemos energía también a los festejos de él. Por la noche, cuando se fueron las niñitas y antes de que llegaran los adultos (sí, señor, estamos mal de la cabeza ¿y qué?) descolgamos los globos y guirnaldas en tonos pastel y decoramos con globos y guirnaldas con figuras de las cartas de poker. No es que Fabi juegue al poker, sino que los sábados después del almuerzo con amigos mi casa se convierte en un centro de jubildos y a falta de cancha de bochas jugamos al Diplomático, no le cuento detalles porque me arrugo de sólo pensarlo y no hablaremos aquí de arrugas ya que mi gordo está impecable. Y... no es que sean mil velitas, es que la torta (un rogel) es un poco estrecha...

Tiembla Tim Burton

Una mañana helada de 2002 -el sol entrando de todas formas por las ventanas de nuestra casa de Moldes- salté de la cama en busca de la felicidad. Mientras Fabi sugería que era mejor no ilusionarse, no hacerse la idea de que sí para después no ponerse mal, dos rayitas azules se formaban en una tirita blanca, y el mundo era maravilloso. Recuerdo que yo estaba leyendo el primer Harry Potter, que esa tarde recibiría el título de socióloga y que de lo que más se hablaba en todas partes -salvo en mi casa, donde todo acababa de cambiar de dimensiones- era de la invasión a Irak detrás de la ficción de las armas químicas. Los productores de Lost estaban encendiendo los motores, Tim Burton estaría filmando Big Fish y yo estaba todavía afectada por la muerte de Bourdieu. Había un presidente bochornoso, y la hipótesis general era que el país no llegaba a fin de año.
Ayer, mientras preparaba la fiesta, yo intentaba calcular cómo había sido posible, cómo fue que desde esa mañana que recuerdo milimetralmente yo hubiera podido devorar siete Harry Potters y sendos intentos de adaptación cinematográfica; que hubiera terminado dos posgrados y me hubiera embarcado en otro; que tantos documentales se hubieran filmado ya sobre esa ocupación para confirmar que era una farsa. Entre tanto tuve tiempo también de ver casi cinco temporadas de Lost, Tim Burton de regalarnos Charlie y la fábrica de chocolate, El cadáver de la novia, Sweeney Todd y Alicia en el país de las maravillas, y Bourdieu de publicar al menos dos obras póstumas. El país no sólo llegó a fin de año, sino que el crecimento económico fue tal que incluso una sociólga puede vivir dignamente haciendo tortas de cumpleaños.
Y claro: yo tuve a mi bebé. El día del cumpleaños de Fabi. La doctora que me la sacó de la panza dijo con ella todavía en el aire "¿ves? acá está Juanita", y a mí me llevó un rato hacer algo más que verla, no digo comprender porque es sencillamente incomprensible. Tal vez ¿medir? medir la forma en que yo ya no era quién había sido y cómo el mundo dejaba de girar sobre su eje.
Ayer Cuca cumplió 7 años.
Hace 7 años que el mundo es otro.
Así lo festejamos.


El tema fue la mesa de té de Alicia. Cari (madrina escenógrafa de http://www.ilfigocuadernos.blogspot.com/ ) le hizo estas tarjetitas soñadas, además de un conejo de tela, para jugar a ponerle la cola.
Pensaba ponerle un jean y una remera, pero Angie De Valle me lo prohibió y me mandó a Mi Reino detrás de un vestido debidamente lleno de encajes...
La mesa, bueh, ¿me explayo? Cupcakes medianos de chocolate, vainilla, rellenos de dulce de leche y de limón con copete de buttercream y merengue, con frutillas y flores; galletitas glaseadas que dicen "Cómeme", trufas de chocolate blanco y coco; mini brownies; galletitas de queso en forma de flor. Todo presentado en vajilla antigua de la que me fui haciendo durante los últimos meses entrando todos los anticuarios por los que pasaba.

La piñata es un regalo de Fernanda Lagomarsino, la tía escenógrafa (¡dios bendiga al IUNA, señora!), en forma de tetera. Yanina de Grupo Alma, maquilló a las niñas.

Y la torta, inspirada en la de la peli de Tim Burton, otra creación perdíz.

Para terminar, el genial souvenir: 3 galles en espectacular cajita. El dibujo lo bajé de internet así que no tengo a quién agradecerle. Quedó soñado.


Animaron dos ex maestras de jardín de Juana (Angie y Clarita), adoradas en esta casa como sólo las hadas madrinas pueden adorarse. La otra Clara ayudó con todo, el tío Pablo musicalizó, y una turma de 22 niñitas de 6 y 7 años descontrolaron felices en el living de casa.
Pero atenti, señora: los festejos no terminaron...

Día del ahijado

Pobres mis ahijados (Jose, Cata y Martín): su día cayó justo en el del cumple de mi hija. Los arreglé con sendas escuetísimas delicias dulces. Ya recompensaré.
Aquí el pedido de Pau, madrina desde la primera hora de una gemela y tan perfecta en su rol (a las pruebas me remito) que se lo hicieron extenso a la otra.

Anticipo soft


Antes de que llegue el día se su pedido por tonelada, Paola quiso una pequeña de gustación perdiz. Así fue.

¡Le juro que no muerdo!


Desde que mandé a freir churros a la señora psico killer que quería las galles del sapo PP la gente me contacta con un susto... Marcela me preguntó tímidamente si conocía a Poco Yo, y cuando le dije que me encantaba respondió aliviada "¡¡¡Qué bueno!!!". Se lo prometo aquí y ahora: no más mala onda con ningún personaje infantil (salvo, claro, que usted insista con ese sapo mamerto: si me busca me va a encontrar).

Estrellita mía

Pedidos por Beatrice para el cumple de Martina, cupcakes en composé con una torta de Hannah Montana.

Hechizada




Es íntima de mi Cuqueta desde que son bebés, parte del grupete al que se refiere (a sus 7 años) como "mis amigos de toda la vida". Se ven poco, mucho menos de lo que quisieran, pero cuando se encuentran todo vuelve a ser como antes, un rivaval de su primera infancia, las amigas íntimas que se conocen y se adoran, la sección femenina de una troupe autodenominada "los cuatro fantásticos". Aquí la superproducción para el cumple de Valentina, inspirda en Los hechiceros de WP (¿usted tampoco los conoce, señora? triste indicador de lo viejas que estamos...).

miércoles, 5 de mayo de 2010

¡Todos pueden comer perdices!

Para festejar una de las dos geniales noticias de las últimas horas, le regalo una torta de bodas para 50 personas a la primer pareja gay que me contacte con fecha en el registro civil.
Aguante el amor.
Aguante la cordura.

lunes, 3 de mayo de 2010

Cuñadísima

Desayuno soñado de María Florencia para su cuñada Laura, que está cambiando de década. Lo escribí y en mi mente estalló el hitazo meloso "señora, no le quite años a su vida, póngale vida a sus años". Qué genial, my god, a José Martí no se le hubiera ocurrido nunca.